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Monday, March 16, 2015
El desapego
Estuve pensando mucho en el último blog de Candelaria en su blog Lo dejo ir. En este blog habla de extrañar y de ser maestras de nuestro propio tiempo. Me interesa considerar una parte en particular: "Y yo le pregunté: y cómo nos volvemos en maestros del tiempo? Y su contestación fue: cuando el tiempo deja de afectarte, cuando el tiempo como clima deja de afectarte si hace frío o calor y qué importa cuántos años tenés si 27 o 40 para ser feliz." Me encanta esa última parte que subrayo, aunque como diría yo, 57:) Esa última parte la entiendo completamente. Pero estaba pensando en esto de no ser "aftectados" por el tiempo. Creo que nuestra civilización occidental tiende a idealizar la oriental, al menos yo hago eso con la filosofía oriental que siempre me ha encantado. Me acuerdo la primera vez que leí el Tao y como me gustó la idea de observar el mundo y dejarlo pasar frente a mis ojos. Introvertida y dada a la inacción, esta era una idea muy atractiva. Pero, por suerte algo de mi occidentalismo crítico me hace pensar que esa es un poco mi comodidad, mi no querer comprometerme, sentir el mundo y su confusión. Combato esa distancia entre el mundo y yo todos los día. Por eso mismo, la idea del desapego me preocupa. Pero, a la vez, estoy súper convencida de que hay que dejar ir, que hay que dejar al mundo pasar frente a nuestros ojos. ¿Cómo hacerlo, sin embargo, sin perder compromiso y conexión con la gente que queremos y extrañamos? En otras palabras, ¿cómo sentir la tristeza, el dolor profundo de la pérdida, pero dejar ir el sufrimiento innecesario? ¿En qué momento el desapego puede transformarse en indiferencia? Y ¿Cuál es la diferencia entre dejar ir y abandonar? Esta es la parte que todavía, creo, me evade. Veo como los mensajes y las filosofías no siempre dan lugar a enlightment que buscan. El mundo oriental, como organización social, no es mucho mejor que nuestro mundo occidental: Pobreza, castas, injusticia e intolerancia no existen menos allí que aquí. Pero, nada de eso, invalida para mi la filosofía, como no creo que el mensaje de Cristo sea menos válido porque los cristianos no siempre han cumplido.
Esto es lo que he logrado comprender intelectualmente (no, así todavía, emocionalmente): El desapego no es acerca de no sentir, sino de sentir profundamente. Eso significa que uno debe constantemente convivir con alegrías y tristezas, a veces superficiales, a veces profundas. Tal vez la iluminación, es poder mirar todo esto sin miedo. Sentís frío, sentís calor, sentís pérdida y sentís alegría, todo a la vez. Te desapegás de querer controlar a otros, controlar tus tiempos, controlar el clima. Te desapegás de lo qué querés sentir para sentir lo que te pasa, sin expectativas futuras, sin resonancias pasadas. Te desapegás de lo que querés que otros sientan, sin expectativas futuras, sin resonancias pasadas. Porque, para mi, a distancia de los que más quiero, la conexión solo puede mantenerse si asumís que esa distancia te cuesta cara, y todos los minutos perdidos se pueden dejar ir si confrontás la profundidad de lo perdido. La pérdida de la cotidianidad, de la compañía, de la presencia del cuerpo frente al cuerpo. La falta de tu presencia y tu decisión de estar ausente quiere decir que el esfuerzo va a ser todo tuyo, que lo que perdiste lo vas a sentir siempre. Y el problema no es sentirlo, sino NO querer sentirlo. Y entonces, sí, los podés dejar ir.
Pensar que lo tengo intelectualmente, no quiere decir que está claro:), pero me alegra el poder pensar a mi manera!!!
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